Es
cierto que, como dice Rodari, tenemos muchas e inteligentes teorías sobre el
juego, pero no tenemos ninguna que defina la que le da la vida a este. Los
niños y niñas pueden tirarse horas y horas jugando, y el tiempo se les pasa como
segundos. Con cualquier herramienta, juguete o incluso en campo abierto su
imaginación puede estar fluyendo a cien por hora en lo que conocemos como el
juego simbólico. Darle vida a un muñeco o hacer de una caja un barco pirata, es
algo que solo consiguen ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario